Principales problemas filosóficos durante la Edad Media y sus soluciones


Como has podido comprobar los filósofos medievales, a pesar de coincidir en cuanto a las verdades religiosas fundamentales, mantuvieron numerosas discrepancias filosóficas.


Para que te hagas una idea de estas discrepancias te ofrezco un esquema de los diferentes problemas que se plantearon y de las diferentes soluciones que adoptaron.


I-El problema de la realidad:

En el problema de la realidad la temática filosófica que mayor interés despertó fue Dios. Los filósofos medievales parten de una visión de la realidad nueva en la que, merced a la revelación, distinguen entre el mundo (lo creado) y Dios (el creador). En esta temática sus inquietudes son básicamente tres: ¿podemos demostrar la existencia de Dios?, ¿cómo es Dios? y ¿cómo fue posible la creación del mundo?

a) La existencia de Dios: los filósofos medievales admiten la existencia de Dios y su distinción con respecto a lo creado pero no están de acuerdo en cuanto a si es posible demostrar racionalmente su existencia. Las posturas fueron básicamente dos:

1-Los que piensan que sí es posible demostrar racionalmente que Dios existe. Éstos discrepan, a su vez, en cuanto al tipo de prueba racional que es posible utilizar. Para S. Anselmo (de orientación agustiniana) cabe utilizar una prueba a priori partiendo de la idea de Dios: el argumento ontológico. Para Sto. Tomás, sin embargo, sólo serían válidas racionalmente las demostraciones a posteriori a partir de los efectos (lo creado) remontándonos hacia la causa (el Creador): las cinco vías de la existencia de Dios.

2-Los que opinan como Ockham que no puede demostrarse racionalmente que Dios exista: sólo cabe creer en su existencia.

b) La Creación: todos los filósofos medievales incorporan a su pensamiento la idea de la creación del mundo por Dios pero difieren en cuanto a su carácter. Cabe distinguir dos posiciones:

1-Los que consideran que la creación fue un acto divino a partir de la nada. Éstos, a su vez, se dividen entre los que opinan que la creación se realizó según un modelo divino existente en la mente divina (así pensaron los seguidores de S. Agustín y el propio Sto. Tomás) y los que, como G. de Ockham, entienden que no hay un modelo previo, sino que Dios crea el mundo como quiere en el acto mismo de la creación.

2-Los que, como Averroes, consideraron que la creación no pudo realizarse de la nada sino a partir de una materia eterna.

II-El problema del conocimiento:

En la problemática sobre el conocimiento humano los filósofos medievales se plantearon principalmente tres cuestiones:

a) El problema de las relaciones entre Fe y Razón. Para los filósofos medievales Fe y Razón eran dos fuentes distintas de conocimiento. Por la fe el ser humano obtiene un conocimiento sobrenatural revelado por Dios que puede o no resultar compatible con el conocimiento natural logrado a través del intelecto y los sentidos.El problema era entonces determinar cuál de las dos fuentes de conocimiento había que considerar más fiable y si ambas fuentes de conocimiento pueden o no ser compatibles. Al respecto las soluciones fueron diversas:

1-Primacía de la fe: la fe guía y orienta a la razón y es la verdadera fuente de conocimiento. Esta posición la defendieron los seguidores de S. Agustín.

2-Primacía de la filosofía: es la razón y los filósofos los que deben interpretar la revelación. Esta fue la posición de Averroes.

3-Autonomía y compatibilidad entre fe y razón: fe y razón tienen su ámbito propio de conocimiento pero también un ámbito común de verdades a las que se puede llegar tanto por la razón como por la fe. Ambos conocimientos son compatibles. Si entran en contradicción el error estará en la razón humana que es falible. Esta fue la solución de Sto. Tomás.

4-Separación entre fe y razón: la fe y razón tienen su propio ámbito de conocimiento. No hay verdades comunes a ambas. La fe se ocupa de lo que no se puede comprobar y la razón de lo que es objeto de la experiencia humana. Esta fue la posición de G. de Ockham.


b) El problema del origen del conocimiento humano consistente en averiguar cómo se produce en nosotros el conocimiento de las ideas y como obtenemos en consecuencia verdades. El proceso por el que obtenemos verdades racionales es visto de diferente forma por los filósofos medievales. Las posiciones fueron básicamente tres:

1-La teoría de la iluminación sostenida por el agustinísmo platónico: las ideas y las verdades racionales las obtiene nuestro entendimiento por iluminación divina.

2-La teoría de la abstracción defendida por Tomás de Aquino: las ideas universales y las verdades racionales se obtienen por experiencia sensible y posterior abstracción.

3-La teoría de la generalización defendida por G. de Ockham: las ideas y las verdades racionales son elaboradas por nuestro entendimiento a partir de la experiencia y posterior generalización.

c) El problema de los universales. ¿Qué son las ideas o universales que tiene o elabora nuestro entendimiento? Esta era la vieja cuestión de la naturaleza de las ideas que recobraba importancia, pues de la respuesta a esta pregunta dependía, ni más ni menos, que la posibilidad de justificar la existencia o no de un más allá, tal y como había hecho Platón y había criticado Aristóteles. Si las ideas son una entidad distinta al sujeto que las piensa, entonces es racionalmente posible la existencia de un mundo espiritual de Ideas y, por ende, de un Dios espiritual. Este problema tuvo diversas soluciones. Las principales fueron:

1-El realismo exagerado : los universales son ideas previas al mundo existentes en la mente divina. Esta fue la solución de los seguidores de S. Agustín como G. de Champeaux y San Anselmo.

2-El conceptualismo : los universales son conceptos elaborados por nuestra mente. Esta fue la solución de Pedro Abelardo.

3-El realismo moderado : los universales son la esencia de las cosas. Tienen una realidad en las cosas (in re), en nuestra mente (post rem) cuando llegamos a ellos por abstracción y en la mente de Dios como ideas creadoras (ante rem). Esta es la solución sincrética defendida por Sto. Tomás.

4-El nominalismo: los universales son nombres que usamos en el lenguaje para designar individuos que se parecen entre sí. Esta fue la solución de Roscelino y G. de Ockham.


III-El problema del ser humano

En cuanto al problema sobre el ser humano, la discusión se centró en el tema de la naturaleza e inmortalidad del alma. Se trataba de saber, por un lado, si el alma era una realidad distinta del cuerpo y, por otro, si podía demostrarse la trascendencia individual del ser humano después de la muerte.

a) Naturaleza del alma humana. Dos fueron las posturas al respecto:

1-El dualismo alma-cuerpo: el ser humano es una realidad dual compuesta de un alma espiritual y un cuerpo material. Esta fue la postura del agustinismo platónico.

2-La unión sustancial entre alma y cuerpo: el ser humano es una realidad espiritual y corporal al mismo tiempo. El alma es la responsable de todas las funciones vitales del cuerpo. Esta fue la posición defendida por Sto. Tomás.

b) La cuestión de la inmortalidad del alma. Dos fueron las posiciones al respecto.

1-El alma humana es inmortal pues es una realidad espiritual (S. Agustín) o desarrolla funciones espirituales (Sto. Tomás)

2-El alma humana individual no es inmortal porque su unión con el cuerpo es plena. Esta fue la posición de Averroes. Sólo cabe una trascendencia del entendimiento agente en el entendimiento agente universal.

IV-El problema ético

En la problemática ética las cuestiones que más interesaron a los filósofos-teólogos medievales fueron dos: la naturaleza de las normas morales (si tenían o no un fundamento en la naturaleza humana o eran las que eran porque así lo quería Dios) y el origen de las normas morales (si éstas provenían de Dios o surgían de la propia conciencia humana).

a) La naturaleza de las normas morales:

1-El naturalismo o racionalismo de Sto. Tomás: las normas morales derivan en última instancia de la Ley Eterna o voluntad divina para el mundo, pero son racionales y se adecuan a la naturaleza de lo creado. Dios manda lo que es bueno.

2-El convencionalismo moral de G. de Ockham: las mormas morales derivan de la libérrima voluntad divina. Podrían haber sido otras y, no obstante, obligarían moralmente. Lo que es bueno lo es porque Dios lo manda.

b) El origen de las normas morales. Dos serían las posiciones desarrolladas:

1-Heteronomía moral: Las normas morales derivan de Dios que es su fuente y origen. Esto no es incompatible con la idea de que éstas normas están en nuestro interior iluminadas por Dios a nuestra razón (S. Agustín) o con la idea de que es nuestra razón quien las descubre si razona correctamente (Sto. Tomás).

2-Autonomía moral: la conciencia moral es la fuente de la moralidad por encima de los mandatos divinos pues así lo quiere Dios.(Ockham)


V-El problema político

Finalmente, dentro de la problemática política, los filósofos medievales se preguntaron por las relaciones entre Iglesia y Estado así como por el carácter de las normas políticas y su adecuación o compatibilidad con la ley natural y eterna dictada por Dios.

a) Las relaciones entre Iglesia y Estado. Las principales soluciones fueron:

1-La teoría de la subordinación del Estado a la Iglesia o "teocratismo político": Aunque Iglesia y Estado son dos realidades distintas, como había señalado S. Agustín, sus seguidores interpretaron que el fin de la Iglesia es de rango superior al del Estado debiendo éste subordinarse al poder eclesiástico.

2-La teoría de la autonomía y compatibilidad entre Iglesia y Estado: Iglesia y Estado deben ser autónomos sin interferirse. El modo para que no haya conflictos es que el Estado no promulgue leyes incompatibles con la Ley Natural. Esta posición la defendió Tomás de Aquino.

3-La teoría de la separación entre Iglesia y Estado: Iglesia y Estado deben estar separados completamente. El Papa no tiene ninguna autoridad sobre los monarcas ni el emperador. Esta posición la defendieron Marsilio de Padua y G. de Ockham.

b) El origen del poder. Para los filósofos medievales es indiscutible que el poder proviene de Dios pero difieren en el modo en que éste es recibido por los gobernantes:

1-Para el Teocratismo político, sostenido por los seguidores de S. Agustín, Dios es el origen de todo poder y el Papa su representante en la tierra. Los gobernantes entonces lo reciben de Dios a través de la autorización papal.

2-Para Sto. Tomás y también para Ockham, aunque Dios es en última instancia el origen de todo poder, es el pueblo el que lo recibe directamente de Dios. Los gobernantes sólo tienen entonces legitimidad si gobiernan con el apoyo del pueblo.



Todas estas discrepancias, aunque no te lo parezca ahora, van a tener importantes consecuencias teóricas y prácticas.


Pero eso lo veremos otro día.