El fundador del atomismo fue Leucipo, pero quien mejor desarrolló sus ideas fue su discípulo Demócrito. Este filósofo escribió más de sesenta obras pero apenas se conservan unos fragmentos.
Física
Los atomistas aceptaron la tesis parmenídea de que lo existente es eterno e inalterable, pero rechazaron la idea de que fuese único. La realidad está constituída por una infinidad de pequeños objetos duros, indivisibles, inalterables y eternos llamados átomos. Además existe el vacío, que es un principio material que no ocupa espacio y que es la condición que posibilita el movimiento. De este modo compatibilizaban las exigencias de Parménides respecto de lo existente (lo existente ha de ser ingenerable, incorruptible, indestructible, inalterable,homogéneo, indivisible y eterno: eso son los átomos) con la evidencia del cambio y el movimiento que observamos en el mundo.
Para Demócrito todas las cosas están compuestas de átomos que se conciben como una especie de corpúsculos diminutos, indivisibles, imperceptibles, macizos y eternos. Los átomos son principios cinéticos y están en continuo movimiento. Las distintas combinaciones de los átomos de forma mecánica y azarosa dan lugar a todas las cosas. Estas nacen, mueren y cambian, pero los átomos son eternos. Lo existente, lo real es la materia. Lo no existente es el vacío, espacio en el cual se mueven los átomos. Los fortuítos, azarosos y mecánicos choques de los átomos producen los distintos mundos.
(Hoy sabemos que los átomos están compuestos, a su vez, de otros elementos que están organizados según una determinada estructura o forma)
El mundo pues es un torbellino de átomos que se han agrupado dando lugar a la tierra, el mar y el aire. Nosotros mismos estamos compuestos de átomos. Cuando morimos los átomos que formaban nuestra vida se dispersan y nosotros como tales dejamos de existir. Esta dispersión se produce poco a poco. Incluso el conocimiento humano es explicado de forma materialista.
Ética
De estas teorías Demócrito deduce incluso una ética para alcanzar la felicidad: el supremo bien es el buen ánimo (euthymia) que se consigue con la moderación y la búsqueda de la tranquilidad y la ausencia de turbación. Esto mismo opinará Epicuro siglos después.Según Epicuro no debemos temer a la muerte porque ésta es simplemente una desagregación atómica. Vamos, que según Epicuro, nadie nos va a pillar después de muertos para pedirnos cuentas.
Con Demócrito culmina la línea materialista de la filosofía griega. Su influencia posterior es enorme. Sus teorías, retomadas por Epicuro en el período helenístico, llegan hasta nuestros días y desembocan en la moderna física atómica. Hasta que la tesis atomista no fue considerada no fue posible el progreso de la Química y de la Física.
El atomismo es la teoría que la ciencia admite como válida para explicar de qué está hecha la materia. Pero el atomismo no lo explica todo: no explica cómo pudo ser que no hubiera materia y luego, tras el big-bag o explosión original, apareciera la cantidad inmensa de materia que es el Universo. Este hecho resulta increíble. Tampoco explica como pudo surgir la vida en la materia. Y tampoco explica cómo es posible que la materia haya llegado a pensar. Si no se extrapolan sus resultados, el atomismo resulta admisible como explicación de la causa material del Universo.
El atomismo de Demócrito excluye la intervención de una causa inteligente en la formación del Universo y todo lo confía al azar. Podría tener razón, aunque a mí me resulta increíble pensar que sistemas organizados como un organismo vivo sean el resultado del azar. Es como si me encuentro un bolígrafo (que es un sistema organizado) en la luna y pienso que aquello se ha formado ello solito por azar. No sé, esta explicación del azar me resulta increíble.
En cuanto a la idea de que nosotros somos simplemente un agregado de átomos me parece, la verdad, bastante simplista. En mi opinión somos algo más que átomos. ¿Cómo negar que en nosotros anida algún principio espiritual a la vista de nuestra capacidad para pensar? Que yo sepa las piedras no piensan y nosotros sí. ¿Y qué son las ideas? No son peras, ni manzanas, ni nada que se pueda pesar. No son pues algo físico y no están compuestas de átomos. Luego hay algo más que los átomos y el vacío.
Hay otra cosa que siempre me ha intrigado del atomismo. Necesita postular la existencia del vacío para que los átomos puedan moverse por algún sitio. Pero el vacío es -como decía Parménides- una contradicción en sus propios términos. Porque si el vacío es la nada y la nada no es, el vacío tampoco puede ser.
¡Toma ya!
Te dejo con este razonamiento de alta metafísica para que lo pienses y comprendas que son muchos los enigmas que nos rodean que no sabemos explicar y que los científicos no han conseguido -ni mucho menos- retirar a los filósofos. Seguimos vivitos y coleando, planteando problemas y haciéndo preguntas.
De eso se trata.