
Saltar de esta cosmovisión al cristianismo parece misión imposible. Pues éste es precisamente el salto que ha dado Vattimo en un reciente libro titulado "Creer que se cree". Su pretensón: construir una filosofía teísta compatible con el nihilismo postmoderno. Vattimo, claro está, ha sorprendido a la intelectualidad bienpensante al dar este giro a su pensamiento y retornar al cristianismo.

…¿cómo “retorna” –si retorna, como creo- lo religioso en mi-nuestra experiencia actual? Por lo que a mí respecta, no me avergüenza decir que en ello interviene la experiencia de la muerte –de personas queridas con las que había pensado recorrer un camino mucho más largo, personas, en algunos casos, que había imaginado, siempre, presentes a mi lado cuando me hubiese tocado a mí irme y que, por otra parte, me parecían estimables también por su virtud (afectuosa ironía respecto al mundo, aceptación del límite de todo ser vivo…) de hacer aceptable y vivible la misma muerte…Quizá, más allá de estos accidentes, lo que en un cierto momento de la vida vuelve a poner en juego la cuestión de la religión tenga que ver también con la fisiología de la madurez y el envejecimiento… Nos amenaza la muerte como acontecimiento ineludible y huimos de la desesperación dirigiéndonos a Dios y a su promesa de acogernos en su reino eterno…”
Razones teóricas de un retorno
1ª.- La incapacidad demostrada por la ciencia y la tecnología de ella derivada –cuyo lenguaje es la “voluntad de poder”- de solucionar los problemas del hombre de la modernidad tardía, como son los problemas relativos a la bioética, al medioambiente o el problema más generalizado de la violencia de la sociedad actual.
2ª.-La disolución de las principales teorías filosóficas (como el cientificismo positivista y el historicismo hegeliano-marxista) que pensaban que habían liquidado a la religión:
“Hoy ya no hay razones filosóficas fuertes y plausibles para ser ateo o, en todo caso, para rechazar la religión…lo que hoy ha sucedido es que tanto la creencia en la verdad ‘objetiva’ de las ciencias experimentales, como la fe en el progreso de la razón hacia su pleno esclarecimiento aparecen, precisamente, como creencias superadas. Todos estamos ya acostumbrados al hecho de que el desencanto del mundo haya producido también un radical desencanto respecto a la idea misma de desencanto”.
3ª.- La disolución de la idea que identifica la verdad del ser con la calculabilidad, mensurabilidad y, en definitiva, con “lo manipulable del objeto” que tienen la ciencia-técnica actuales.
4ª.-La discordancia entre existencia y significado, experimentada en propia persona al final de la vida ante la inminencia de la muerte.
Este retorno al cristianismo no lo ve Vattimo incompatible con su pensamiento débil, pues lo esencial del cristianismo es el abajamiento de Dios en la figura de Jesucristo. Dios es amor y porque ama, crea el mundo y nos crea a nosotros, que somos una “iniciativa iniciada” llamada a colaborar libremente con Dios en la realización del bien.
Así lo reconoce Vattimo cuando dice:
"…una vez abandonadas las pretensiones de la objetividad de la metafísica, hoy nadie debería poder decir que “Dios no existe”, ni, por otra parte, que su existencia y su naturaleza están racionalmente establecidas de forma definitiva. Lo que creo que se puede decir en términos de un pensamiento no metafísico es que gran parte de las conquistas –teóricas y prácticas, hasta llegar a la organización racional de la sociedad, al liberalismo y a la democracia- de la razón moderna están arraigadas en la tradición hebraico-cristiana y no son pensables fuera de ella".
Este cristianismo secularizado es para vattimo la religión de nuestros días, lo queramos o no. Su verdad está en su proyecto de fraternidad universal y reconciliación entre los hermanos.
Algunas conclusiones
1ª Muestra, una vez más, que creer en Dios es, como poco, razonable, incluso para un defensor del “pensamiento débil”.
2ª.-Desmantela la idea –tan difundida hoy- de que la religión ha sido superada por la racionalidad científica, el progreso de la historia y la propia filosofía.
3ª.-Reconoce en el cristianismo la fuerza inspiradora de nuestra civilización.
De entre las razones que Vattimo aporta para regresar a la creencia cristiana quisiera destacarte una, que también aparece también en otros filósofos actuales: la experiencia del sinsentido de una existencia que termina para nada. No tiene mucha lógica que las cosas sean finalmente así. Y esto para un filósofo no deja de ser algo "increíle". Que seamos inteligentes para que luego no halla lógica alguna en nuestra existencia no deja de ser algo por completo irracional. Es, como decía V.Frankl, como si tuviéramos sed y no existiera el agua.