Popper




K. R. Popper nació en Austria en 1902 y ha fallecido en 1978. En su juventud militó en las filas del marxismo pero pronto lo abandonó. El hecho que desencadenó este abandono fue la muerte de unos militantes socialistas y comunistas en una manifestación en la que participó Popper a los 17 años. La idea de que la revolución contra el capitalismo debía intensificarse y que unas muertes más o menos no tenían mucha importancia, dentro del movimiento de la historia hacia el comunismo, le pareció a Popper terrible. ¿Qué teoría era esa que conducía a arriesgar la propia vida por una utopía que nadie puede saber si será realizable? Y aunque lo fuera: ¿es que una vida humana no vale nada? ¿Cómo podía haber aceptado tan acríticamente una teoría tal?

¿Qué es ciencia?



El marxismo se había presentado como una ciencia. Pero, ¿lo era? Para responder a esta cuestión antes hay que saber qué es y qué no es ciencia. Su obra "La lógica de la investigación científica" aborda esta cuestión. En ella Popper critica el criterio de verificabilidad propuesto para la ciencia por el neopositivismo del Círculo de Viena y presenta como alternativa el criterio de falsabilidad. Según este criterio nunca podemos verificar totalmente una ley científica, pero sí podemos falsarla. Es decir, no podemos saber nunca si es verdadera, pero sí podemos saber si es falsa. Mientras nuestras leyes resulten verificadas por la realidad las mantendremos como verdaderas, pero en cuanto resulten falsadas nos dispondremos a buscar otras. Este debe ser precisamente el criterio de demarcación entre lo que es y no es científico. Lo que es falsable es científico, lo que no es falsable no es científico. Por eso, para Popper el marxismo o el psicoanálisis no son ciencias, pues ningún hecho posible de suceder sería nunca admitido como una falsación.


Para que comprendas estas ideas bueno será poner algún ejemplo. Los zoologos hbían afirmado durante mucho tiempo que todos los cisnes eran blancos. La afirmación es científica porque admite falsación. Pero no es una afirmación verdadera pues se han descubierto cisnes negros en Australia. La afirmación general ha sido falsada. Esto sucede por la sencilla razón de que nunca podemos realizar todas las observaciones posibles. De esto ya se dió cuenta Hume en el siglo XVIII. Este filósofo descubrió un problema en la inducción científica: toda generalización es provisionalmente verdadera porque es imposible verificar todos los casos posibles presentes o futuros. Popper le pone la guinda a esta cuestión y concluye: en rigor no podemos saber si una ley científica es verdadera, pero sí si es falsa. Esto, no me lo negarás, no deja de ser un palo para el positivismo cientificista.


(Aquí tienes al causante de todo este embrollo...)

De estas ideas debemos obtener una conclusión: verdad y verificación no son lo mismo. Esa identificación, que hace el positivismo, salta por los aires con Popper. Además nuestras verdades científicas son provisionales.


"Todo nuestro conocimiento es falible y conjetural", dirá Popper.


Ahora bien, esto no significa para Popper que no haya una verdad. Claro que la hay. Pero una cosa es que haya una verdad y otra muy distinta que nosotros la conozcamos en su totalidad. Desde luego que habrá teorías científicas mejores que otras. ¿Cuál es el criterio para decidir cuáles son mejores? Pues serán mejores aquellas que resisten a las pruebas a las que sean sometidas y no resultan falsadas. De hecho lo característico de la ciencia es su capacidad de hacer predicciones que puedan ser falsadas. El marxismo o el psicoanálisis no serán ciencias porque no son capaces de señalar qué hechos de suceder o no suceder harían falsas sus teorías, ya que parten del presupuesto de que cualquier hecho que suceda tiene explicación dentro de su teoría. Por ejemplo: el marxismo predijo que el capitalismo caería víctima de sus propias contradicciones. Tal hecho no ha sucedido. Entonces se modifica la teoría para explicar esta refutación: todavía no se han dado las suficientes contradicciones que lo destruirán tarde o temprano. Es decir: pase lo que pase la teoría es siempre verdadera. Esto a Popper no le parece serio. Frente a esta actitud acientífica Popper pone como ejemplo a Einstein que hizo una serie de predicciones (que luego se cumplieron) pero que declaró que, de no cumplirse estas predicciones, su teoria de la relatividad sería falsa. Esta sí que es una auténtica actitud científica y lo demás es palabrería.

Su teoría sobre la realidad

Otra de las grandes aportaciones de Popper a la filosofía ha sido su teoría de los tres mundos que pretende explicar qué realidades hay. La pregunta clave enh este asunto es:

¿Existe algo más que lo físico?

Para Popper, sí: además de la realidad física ( mundo 1), hay otra realidad psicológica que es la de la conciencia (el mundo 2) y una tercera realidad que es la de las realidades inventadas o producidas por el ser humano (el mundo 3). Estas realidades del Mundo 3 (pongamos un camión, una escultura de Miguel Angel o una novela) tiene una naturaleza especial: son algo ideal, pues surgen a partir de una idea, y son algo material, pues se plasman en la materia.


Según Popper del Mundo 1 provendría el Mundo 2 y el Mundo 3 de la interacción de la conciencia humana con el mundo físico. Popper reconoce que no sabemos cómo ha sido posible que de la materia surja la conciencia (algo no físico), pero el hecho es que esto ha sucedido de algún modo. Ahora bien, que no sepamos cómo ha surgido no nos permite negar la existencia de lo no físico. De esto se deriva que tenemos que reconocer que, aunque no sepamos cómo, existen realidades no físicas (como la conciencia humana) que están relacionadas con lo físico e incluso realidades ideales, digamos en potencia, que son todas las ideas (teorías, inventos,obras de arte) por descubrir.


Por eso, según Popper, hemos de cambiar nuestro criterio sobre lo que es real. El nuevo criterio debe ser: es real lo físico y todo aquello que tenga incidencia sobre lo físico.

Esta afirmación es otro golpe directo al mentón del fisicalismo (que es otro de los dogmas del positivismo científico) y, no cabe duda de que abre la puerta a la metafísica y a la existencia de realidades no físicas, incluido Dios. Y esto a pesar de que Popper no creía en la existencia de Dios (se manifestaba agnóstico) pero no negaba que fuera posible que Dios existiera.


(El neurobiólogo y premio Nobel J.C. Eccles)



La prueba de que la filosofía popperiana abre el camino a lo espiritual la tenemos en J. C. Eccles. Este neurobiólogo rectifica a popper y sostiene que es posible transitar del dualismo psico-físico popperiano a la idea de la trascendencia del yo. Para Eccles que el yo psíquico haya surgido del cerebro (como sostiene Popper) no resulta comprensible, pues el cerebro es algo físico, mientras que el yo es algo totalmente diferente a lo físico. Si surge de una realidad material, entonces es el mismo material, y esto conduciría nuevamente al monismo psico-físico. El origen del yo ha de ser independiente del cerebro: ha de ser sobrenatural. Es el yo único (el alma) el que está en el cerebro, sin haber surgido del cerebro.

Libertad en el universo

Este pluralismo realista le conduce a Popper a admitir que la libertad es posible a nivel físico. Vivimos en un mundo complejo que no solo es determinista o indeterminista (que para Popper son en el fondo lo mismo), sino también emergente. Es decir pueden surgir novedades no previstas, entre otras razones porque un agente libre (el ser humano) vive en el Universo. Esto es otro golpe a otro de los dogmas del positivismo cientifico que es el determinismo metafísico.


Crítica al historicismo

La libertad no solo es posible a nivel cosmologico, también es posible en el marco de la historia humana. Los necesitarismos históricos como el marxismo son falsos. Su argumento es sencillo pero demoledor: el futuro depende de los descubrimientos que haga el ser humano, pero nadie puede predecir estos descubrimiento, luego nadie puede predecir el curso futuro de la historia humana.

Filosofia política

La reflexión política popperiana tiene mucho que ver con la situación de Europa en la primera mitad del siglo XX. El comunismo, el nazismo y la 2ª Guerra Mundial, le condujeron a una reflexión social y política. Fruto de esta preocupación son sus obras "La Sociedad abierta y sus enemigos" o la "Miseria del historicismo" (obras que te recomiendo leer) dónde Popper expone su oposición a estos sistemas totalitarios y descubre sus bases filosóficas en autores como Platón, Hegel o Marx.


(Un joven Popper en la portada de "La sociedad abierta y sus enemigos" uno de sus libros más conocidos)


Popper defenderá la democracia liberal frente a los totalitarismos nazi y comunista, entre otras razones, porque el sistema permite rectificar errores (la destituibilidad) mediante elecciones libres y se aplican reformas graduales que pueden ser juzgadas por los ciudadanos. Los totalitarismos, por el contrario, llevan a cabo grandes experimentos sociales y eliminan la libertad de pensamiento y expresión. O sea la capacidad de crítica de los ciudadanos.

Para Popper es mejor proceder en política mediante una ingeniería gradual reformista . El argumento es bastante sensato: no somos omniscientes y no podemos saber las consecuencias de nuestras reformas sociales, por eso lo mejor es ser humildes, ensayar y rectificar a cada instante. Mejor, pues, el reformismo político que las revoluciones, que siempren tienen un resultado incierto y que , además, se llevan muchas vidas por delante.



Pero para que el reformismo político sea posible es fundamental la libertad de pensamiento y expresión. La existencia o no de esta libertad es la que decide si estamos ante una sociedad abierta o cerrada.

La influencia de Popper

La filosofía de Popper me parece muy valiosa porque ha puesto en cuestión al positivismo científico al que le ha lanzado serias andanadas contra sus principales dogmas: el verificacionismo, el fisicalismo y el necesitarismo. Popper frente a estos dogmas nos describe un mundo complejo en el que (aunque no sepamos cómo) se ha colado la libertad, tanto la libertad de pensamiento, como la libertad en el mundo físico y en la historia. Reconocer la existencia de estas dimensiones de la libertad no significa que Popper defienda el relativismo en ciencia. Lo que Popper defiende es una mayor apertura y, al mismo tiempo, humildad intelectual. La verdad existe, pero nosotros solo podemos acercarnos a ella y solo estar seguros de la falsedad de nuestras teorías.

Cierto que a partir de los planteamientos epistemológicos de Popper surgieron otros desarrollos más cercanos al relativismo. En este sentido cabe citar a Thomas S. Kuhn (n. en 1922) que en su obra "La estructura de las revoluciones científicas" pone de manifiesto el carácter histórico de los paradigmas científicos y nos ofrece una idea de la ciencia en la que su progreso no se produce por acumulación sino por revolución o cambio de paradigmas. Más allá va P.K. Feyerabend en su obra "Contra el método" dónde defiende una especie de "anarquismo metodológico" según el cual las teorías científicas se oponen unas a otras sin que sea posible determinar de un modo objetivo cuál es la verdadera.


Popper también es también importante por su defensa de la democracia liberal. Su idea de que la democracia liberal es el mejor sistema para progresar críticamente me parece muy valiosa. Supone aceptar una evidencia:no somos omniscientes y por eso no nos queda más remedio que proceder con cautela mediante el ensayo y el error, y rectificar a cada instante. La soberbia intelectual de aquellas teorías que, como el marxismo, creen saberlo todo queda en evidencia. En política los sabios omniscientes (que creen saberlo todo) son muy peligrosos, viene a decirnos Popper.