Heráclito



Una de las frases más conocidas de Heráclito dice así:

“Nadie se baña dos veces en el mismo río”

En honor a esta frase voy a colgar una fotografía que tengo de una vaca atravesando un río. La vaca no lo sabe, pero no se está bañando en el mismo río que acostumbra, por mucho que a ella le pueda parecer que sí.


Todo cambia, pero el cambio tiene un sentido

Al decir esto, este filósofo griego quiso dejar claro, frente a Parménides que:

“Todo cambia y nada permanece”

Incluso las realidades que parecen inmutables (una montaña, un templo o las pirámides de Egipto) cambian con el paso del tiempo. Solo tienes que ir a Egipto y ver lo deterioradas que están las famosas pirámides. Esta es la auténtica verdad, para Heráclito, y no la inmutabilidad del Ser.

Pero el cambio no es un cambio alocado y sin sentido. Obedece a una razón (o logos). Descubrir ese logos es la tarea del filósofo. A ello se dedicó, precisamente, este hombre considerado una divinidad en su tiempo y que llegó a ser elegido Rey de su Polis.

Pues bien, ese logos o razón de todo es la contradicción (la oposición de contrarios) y posterior unidad de esos contrarios después de la trifulca. A eso se le llama en filosofía DIALECTICA. Por eso dice Heráclito:

“La guerra es la madre de todas las cosas”

La importancia de Heráclito

Ni que decir tiene que este concepto de dialéctica ha sido uno de los conceptos más importantes de la Historia de la Filosofía. Se ha utilizado con diversos sentidos, pero en todos ellos conserva la idea de la contradicción.

Sócrates hablará de la dialéctica como el ejercicio del diálogo en el que posiciones contrarias salen a relucir en busca de la verdad.

Platón también llamará dialéctica a la ciencia de las Ideas, que concibe como un ascenso dificultoso hacia la verdad.

Hegel hará de la dialéctica, (del proceso de afirmación, negación y reconciliación) el esquema básico para explicar como se desenvuelve la realidad.

Y Marx hará lo propio y nos hablará de la lucha de clases como el motor dialéctico de la historia hacia la síntesis definitiva que se logrará cuando las clases desaparezcan en la sociedad comunista.

Como puedes ver un concepto muy fructífero, que en Heráclito significa que todo es una lucha de contrarios. Así que no hay que dramatizar. En la realidad lo que hay son contrarios: día y noche, vida y muerte, luz y oscuridad, frío y calor, etc. Pero esos contrarios son necesarios y tienen un sentido en el orden total del Universo.

Mi comentario

No seré yo quien niegue que todo cambia y que la realidad está repleta de enfrentamientos. Tampoco negaré que los enfrentamientos puedan tener un sentido positivo que a veces se nos escapa. Lo que no me convence es que el fin de toda dialéctica sea simplemente el orden prefijado y necesario del Universo. Vivir y tener que morir para que el Universo esté equilibrado me parece un sarcasmo. Por mi parte se puede ir a la porra el orden del Universo. A mi lo que me interesa es mi propio orden, o sea, que mi vida ( y sus padecimientos) tengan un sentido y que, a ser posible, todo acabe bien. Esto sí que sería un Logos o Razón Universal con cierto sentido para el ser humano.

Por otro lado la teoría de Heráclito anula la libertad humana y pone a los seres humanos en una situación casi de marionetas en manos de un destino prefijado. La libertad del ser humano me parece casi un dato de la experiencia. Yo no digo que no haya sucesos determinados por las leyes inexorables de la naturaleza. Pero también -me parece a mí- que hay un ser en el universo que puede elegir hacer o no hacer determinadas cosas. En vez de negar este hecho creo que hay que considerarlo, contar con esta "irregularidad", y sacar algunas consecuencias. Por ejemplo: si somos libres también somos responsables de lo que hacemos.

Volveré sobre este asunto más adelante porque, aunque no te lo parezca es uno de los problemas más peliagudos de la filosofía.


Termino con una anécdota. El bueno de Heráclito no le temía a la muerte. Parece ser que creía que era un dios inmortal. Para demostrárselo a sus contemporáneos se subió al Etna y se tiró por el cráter del famoso volcán.

¡Todo un carácter!