Nietzsche y el nazismo


Un tema polémico es la relación de la filosofía de Nietzsche con el nazismo. Creo que no se puede negar que algunas ideas de la filosofía de Nietzsche fueron utilizadas por los nazis en la educación de los jóvenes alemanes. Al respecto Franz Hinkelamn dice:

El pensamiento de Nietzsche tenía las aperturas que otros pensamientos no tenían, y para un juicio histórico éste es el punto. Considero por tanto bastante irrelevante -para este juicio- si los nazis comprendieron bien a Nietzsche o no. Se dieron cuenta de que el pensamiento de éste era aprovechable para sus propósitos de una manera superior a cualquier otro pensamiento conocido. A ellos no les importaba comprender bien a Nietzsche, sino que éste era el pensador a quien podían usar (y quizás abusar) mejor. Y éste es el único juicio sensato sobre Nietzsche en referencia al nazismo. Y para hacer este juicio no hace falta saber mayor cosa sobre las intenciones que Nietzsche tuvo al escribir. Sus textos fueron un arsenal perfecto para las armas ideológicas de la muerte que el nazismo necesitaba.

¿Cuáles fueron esas ideas que utilizaron los nazis?

Nietzsche se posicionó contra el igualitarismo defendido por el cristianismo y el socialismo. Mantuvo que hay hombres inferiores y hombres superiores.

“Los débiles y malogrados deben perecer: artículo primero de nuestro amor a los hombres. Y además se debe ayudarlos a perecer” (“El anticristo”).


También encontramos en Nietzsche una cierta moral de la violencia que propugna valores (o más bien antivalores) como: la falta de compasión, la crueldad, la fuerza, el gusto por la acción, la guerra, el desprecio por los débiles:


“Debéis buscar vuestro enemigo y hacer vuestra guerra. Debéis amar la paz como medio para nuevas guerras, y la paz de corta duración más que la larga. Decís que es la bondad de la causa la que santifica la guerra; yo digo: es la bondad de la guerra lo que santifica toda causa”.


“El hombre superior se distingue del inferior por la intrepidez con que provoca la desgracia”


En N. hay una crítica al judaísmo y también al cristianismo como el origen de la moral del rebaño y de la transmutación de los valores.


Ideas que no cuadran con el nazismo

Pero también en Nietzsche hay otras ideas que no casan muy bien con el nazismo:

Su antigermanismo: aunque N. exalta la ferocidad y empuje de los pueblos germánicos, también hay textos contrarios a los alemanes.

Su antiestatismo: el nazismo defiende el culto a la raza y al Estado, predica la superioridad del grupo sobre el individuo, y nada es más contrario que esto a la filosofía de N. para la que no existe lo universal, ni la Humanidad, ni la Raza, ni la Nación y donde se exalta la figura del superhombre que es el hombre amoral que no se somete a ninguna instancia superior.


(La estética nazi, el gusto por los uniformes, la disciplina militar, las manifestaciones en las que la muchedumbre oculta y anula al individuo son signos menores, pero claros, de la importancia que esta ideología da al grupo en menosprecio del individuo).

Para N. la noción de Raza, de Destino de un pueblo, de Estado, de Nación, en las que cree el nazismo son diversas máscaras bajo las que se oculta lo Absoluto.

Nietzsche consideró al Estado como una de las mayores perversiones creadas por el hombre; el Estado representa lo abstracto, la conducta del Estado es conducta despersonalizada, trata a los individuos de un modo indiscriminado, y el individuo, cuando se somete a él y se preocupa por él, pierde su individualidad, creatividad y libertad.

“Allí donde el Estado acaba, comienza el hombre que no es superfluo; allí comienza la canción del necesario, la melodía única e insustituible. Allí donde el Estado acaba, ¡mirad allí, hermanos míos! ¿No veis el arco iris y los puentes del superhombre?” (“Así habló Zaratustra”).


Mi conclusión

Me quedo con la opinión de que una filosofía como la de N. da para justificar muchas barbaridades sencillamente porque es una filosofía que ha dejado de creer en el valor de la dignidad de todo ser humano, sea fuerte o débil, y ha dejado de creer en que lo mejor es el amor y no la realización de la voluntad de poder. Y también porque ha dejado de creer en Dios, o lo que es lo mismo en la existencia de un Principio del Bien que si no existe entonces -como bien sabía Nietzsche- todo está permitido (nazismo incluído).

Hay una novela magnífica de Odön Von Horbat que se titula "Un hombre de nuestro tiempo" que relata el ambiente en que fue educada la juventud alemana en la época nazi y las consecuencias de esta educación. El protagonista es un joven que ingresa en el ejército alemán y que se cree a pies juntillas eso de la superioridad de la raza aria y que se ríe de las creencias religiosas de sus padres, o sea de la creencia en ideas como el amor al prójimo y el perdón, tan criticadas por Nietzsche.
¡El futuro es de los fuertes! -dice este joven nazi una y otra vez.



La novela está muy bien porque este joven hitleriano es herido en la guerra y queda lisiado para los restos. Entonces todas las creencias nazis se le viene abajo como un castillo de naipes.


Para terminar permíteme una digresión. Hace poco que he visto "El hundimiento", una magnífica película que relata los últimos días de la vida de Hitler. Lo que más me ha llamado la atención (además de constatar la absoluta falta de moralidad y religiosidad del personaje), es la absoluta falta de capacidad crítica del propio Hitler y de los que le rodeaban.



Vivían sumergidos en una enorme cantidad de contradicciones intelectuales y no se daban cuenta. Por un lado creían en la superioridad de la raza aria (y de los alemanes) y, por otro lado, les llovían las bombas sobre sus cabezas. Esto resulta hasta cómico. Me recuerda esa imagen de Hitler retirándose del estadio olimpico de Berlín en las olimpiadas de 1936, cuando Jesse Owen se colgaba medalla tras medalla en las pruebas de velocidad (cuatro medallas de oro) mientras que los atletas arios eran derrotados en toda regla. Una, dos, tres y !cuatro razones! más que suficientes para que, cualquier persona medianamente sensata, se pudiera quitar de la cabeza ideas tan peregrinas como la de la superioridad física de la raza aria.



(Aquí tienes a Jesse Owen refutando eso de la superioridad de la raza aria)


(Y aquí le tienes recibiendo su justo premio. El que levanta el brazo es supuestamente el ario -que vaya usted a saber-. Por cierto que Owens después de las olimpiadas volvió a su trabajo de botones en el hotel Waldorf-Astoria).

Y si hablamos de la inteligencia, pues ¿qué podemos decir?, que fueron los aliados y los odiados judíos (con Albert Einstein a la cabeza) los que inventaron la bomba atómica antes de que los científicos del III Reitch pudieran hacerlo.

(Aquí puedes ver otra refutación de la teoria de la superioridad de la raza aria. Es Albert Einstein, un judío, montando en bicicleta.)

En fín, que eso de las superioridades raciales es una solemne majadería. Parece increíble que haya podido ser el credo político de millones de personas y haya conducido a la muerte a millones de personas.
Todo esto me confirma en algunas ideas:

1ª.-Nunca podemos perder de vista la idea cristiana e ilustrada de que hay que respetar la dignidad humana a toda costa.





(Prisioneros del campo de Bunchenbald)

2ª.-Que la libertad de pensamiento es fundamental para impedir que ciertas ideologías se instalen en nuestras mentes sin más ni más.

3ª.- Que hay que tener un mínimo de humildad intelectual (a esto se le puede llamar también capacidad crítica) para saber rectificar a tiempo. Ver a Hitler no poder salir apenas del bunker a respirar aire puro, es una falsación de su pensamiento bien ilustrativa. ¿No eran los más fuertes?

No parece que fuera así.