Creas o no creas en lo que se cuenta en los evangelios lo indiscutible es que el cristianismo cambió la historia y también la filosofía.
El encuentro entre el cristianismo y la filosofía griega
Aunque el cristianismo no era una filosofía, sino una religión, contenía una serie de afirmaciones sobre el mundo, el ser humano, la ética y hasta la política, novedosas con respecto a la filosofía griega.
Ideas filosóficas cristianas
Según la perspectiva cristiana existe un solo Dios eterno que ha creado el mundo de la nada, que lo mantiene en la existencia y que también ha creado al ser humano a su imagen y semejanza.

(Así ve, el genial pintor que fue Miguel Angel, el rostro de Dios padre)
Este único Dios es un Padre amoroso que ha querido compartir su felicidad con el ser humano, razón por la cual lo ha creado. Pero, al mismo tiempo, este Dios bondadoso ha querido que el ser humano se sume libremente a este proyecto universal de bien y felicidad. Por eso, lo ha creado libre para colaborar o no en este proyecto de salvación.
Los seres humanos son todos hijos de Dios, hermanos entre sí, cuya principal obligación es amar a Dios y a sus semejantes. La realidad entera y la vida humana adquieren un nuevo sentido al ser consideradas parte de una historia que no termina con la muerte, sino con la libre y definitiva participación en el amor de Dios en la vida del más allá.
Todos los seres humanos somos iguales en dignidad y debemos amarnos unos a otros, perdonarnos y ayudarnos fraternalmente. Feliz será, no quien logre la tranquilidad frente a los avatares de la existencia, el éxito o las riquezas, sino quien ame a los demás y a Dios, se desprenda de los bienes de este mundo, sea manso, misericordioso, busque la justicia, sea pacífico, limpio de corazón, acepte sufrir persecución por pretender la justicia o sobrelleve y perdone las injurias por causa de seguir a Dios.
El cristianismo también contiene un mensaje en materia política: hay que dar "a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César". Es decir, el poder político no puede gobernar la conciencia de los individuos que son libres de seguir sus propias creencias. Hay que distinguir y separar el poder temporal que ostentan los gobernantes y el poder espiritual de los representantes de Dios. Por vez primera se pone en tela de juicio la unión entre política y religión, muy común en los sistemas políticos de la Antigüedad y, en particular, el carácter divino del emperador romano.

(Esta es una vieja moneda con la imagen de Julio César que, además de ser el Dictador de Roma, era el Sumo Pontífice.)
Diferencias con la filosofía griega
Estas ideas chocaron con muchos de los planteamientos de la filosofía griega.
a) En el problema del conocimiento:
En los tiempos en los que surge el cristianismo el escepticismo, dada la pluralidad de escuelas filosóficas, había calado en la mentalidad griega. Incluso la escuela platónica se vio influenciada por el escepticismo cuando la Academia fue dirigida por Arcesilao y Carnéades. El cristianismo, por el contrario, se mostraba seguro y confiado, tanto acerca de la existencia de una verdad como en la posibilidad humana de alcanzarla proponiendo (distinguiéndose así de todas las posiciones filosóficas griegas) la existencia de una fuente de conocimiento superior a la razón humana: la revelación divina.
b) En el problema de la realidad:
El cristianismo concibe una realidad dual en la que hay que distinguir entre Dios y el mundo. El mundo y todos los seres que contiene han sido creados por Dios de la nada. Este concepto de creación a partir de la nada resultaba inconcebible para la mente griega, que siguiendo los postulados de Parménides había mantenido con carácter general la eternidad del mundo, pues "el ser no puede proceder del no-ser".
También el monoteísmo cristiano chocaba bien a las claras con el politeísmo griego y romano. Un Dios creador, omnipotente y único, razón de todo lo creado y dueño de su destino y, además, Padre de los seres humanos, resultaba incompatible con la creencia en la existencia de muchos dioses, parcialmente poderosos, sometidos ellos mismos al Destino, por lo general indiferentes a la suerte de los seres humanos -u hostiles si no se les contentaba con sacrificios- y relacionados sólo con algunos seres humanos, los héroes.
Tampoco la idea estoica de un Logos o Razón universal casaba muy bien con el monoteísmo cristiano, ya que ese Logos era inmanente al mundo y no un ser distinto y personal.
c) En el problema sobre el ser humano:
La concepción sobre el ser humano del cristianismo incluía tres caracterizaciones: creación a imagen y semejanza de Dios, inmortalidad del alma y resurrección de los cuerpos. En general las escuelas griegas eran de la opinión de que el alma era mortal ( Aristóteles), o de carácter material y corruptible (Demócrito, Epicuro) y aunque algunas escuelas griegas habían sostenido la inmortalidad del alma, por ejemplo el pitagorismo y el platonismo, los conceptos de filiación divina o resurrección de los cuerpos les resultaban desconocidos.
d) En el problema ético:
La ética de las escuelas griegas era fundamentalmente intelectualista, la maldad humana tiene su origen en la ignorancia. El cristianismo puso el acento en la voluntad libre y, sobre todo, en la necesidad de la ayuda divina -la gracia- para obrar bien. Este concepto resultaba insospechado para la mentalidad griega.
Por otro lado la ética cristiana se presentó como una ética que cifra la felicidad humana en la entrega a los demás, la autonegación individual y el compromiso activo a favor del reino de Dios. Esto chocó frontalmente con las éticas griegas cuya idea de la felicidad estaba más bien en lograr algún objetivo de tipo individual como la tranquilidad del ánimo (estoicos), el placer (epicúreos), la armonía (Platón) o la virtud propia (Aristóteles), sin contener ninguna referencia al amor desinteresado a los demás.
e) En el problema político
La distinción entre la dimensión política y la dimensión religiosa es una completa novedad para la filosofía griega. Estado y religión habían ido de la mano desde el origen de éste en Mesopotamia. En las ciudades griegas el Estado tenía su propia religión que debía ser seguida por los ciudadanos. El propio emperador romano llegó a considerarse una divinidad objeto de adoración. El cristianismo fue el primero en poner en cuestión esta unión entre Estado y Religión.
f) En el problema del sentido de la Historia:
La Historia humana para el cristianismo es el proceso de la salvación del género humano. Habrá un juicio final y premio o castigo. Además, el mismo Dios ha entrado en la Historia haciéndose hombre. Este problema casi no fue planteado por los filósofos griegos. Sólo en los estoicos encontramos una determinada filosofía de la Historia de carácter bien distinto: la Historia es circular -no lineal como en el cristianismo- a unos ciclos suceden otros y todo se repite una y otra vez.